¡Buen día familias! ¿Cómo están? Les quiero contar un poquito sobre la importancia del ambiente alfabetizador en 1er grado. Su objetivo es que los alumnos puedan recurrir a fuentes de información seguras para poder escribir o leer nuevas palabras. A medida que ellos se van apropiando de estas palabras, las van incorporando en su repertorio y son las bases para seguir construyendo nuevas hipótesis y escribir nuevas palabras. Las fuentes de información segura son palabras que los alumnos manejan cotidianamente y pueden reconocer. Empezamos con el nombre que es la primera palabra que buscamos que el alumno aprenda a leer y escribir. Luego vamos incorporando otras cotidianas como otros nombres, días de la semana, meses, etc. A medida que trabajamos con nuevas palabras las vamos incorporando a nuestras fuentes de información segura. Esto no significa que el alumno ya las sabe escribir en modo alfabético convencional necesariamente. Sino que el alumno puede reconocer qué dice ahí a partir de distintas hipótesis que va haciendo. Por ejemplo como empieza, como termina, si es larga o corta, si tiene letras que ya reconoce, etc. Esto mismo también se replica en matemática. Es un trabajo de construcción de conocimiento. Lleva tiempo, esfuerzo, paciencia y constancia.
Cada alumno/a va a pasar por diferentes etapas de construcción de conocimiento y está bien. No podemos forzar el paso de una etapa a la otra, solo podemos estimular y acompañar. Sepan también que lo más probable es que pongan letras para escribir pero no necesariamente ni todas, ni solo las correctas. Eso es algo habitual y tenemos que dejar que sea el alumno el que vaya regulando la cantidad y adecuando a las letras pertinentes. Para eso claro que los adultos colaboramos ayudando en la reflexión sobre la escritura pero no siempre sino en momentos específicos y cuando el alumno pregunte. Es vital que no le digamos que algo que escribió está mal sino que le digamos “Mirá todo lo que ya sabés. Pusiste muchas letras que van en la palabra y en la dirección correcta.” Si el alumno está consultando sobre si la palabra está bien escrita, luego de decirle eso podemos ayudarlo a recurrir a alguna fuente de información segura para ayudar en esa escritura. Si eso no alcanza o no le sirve en ese momento, podemos escribir la palabra para que el alumno la tome de referencia y pueda comparar con lo que escribió. Solo si el alumno quiere, la podrá volver a escribir. Si no, la dejará así por el momento.
Otra cosa importante que quiero transmitirles es que entiendo que no todos puedan hacer el ambiente alfabetizador con carteles y colgado en la casa. Por eso les pido que no se preocupen. ¡Lo hacen en hojas sueltas que puedan estar cerca del alumno/a cuando esté escribiendo y listo!
CARIÑOS.
SABRI.
